Hace apenas 100 años el agua era el único fluido que se transportaba por tuberías de un lugar a otro.
Hoy en día, el uso de otros fluidos como elemento de trabajo está adquiriendo gran importancia. La neumática, por ejemplo, se ocupa del aprovechamiento del aire comprimido.
Se pueden encontrar sistemas neumáticos en automóviles, aeronaves, máquinas-herramientas, máquinas de construcción, etc., y en casi cualquier aplicación industrial. La neumática se utiliza, además, en ocasiones en las que se requiere la automatización de procesos, como es el caso de la recogida y transporte de residuos en las ciudades.
El sistema de recogida neumática se está extendiendo cada vez más. Actualmente, en España, existen hasta 40 instalaciones repartidas por 28 ciudades.
Las ventajas son evidentes si se piensa en los cubos malolientes que son sustituidos por el nuevo sistema, con la comodidad añadida de poder desprenderse de las basuras en cualquier momento del día.
La tendencia, en los edificios de nueva construcción, es instalar buzones de recogida neumática de residuos. A través de ellos la basura viaja, por tuberías subterráneas, a 100 km/h, desde la vivienda hasta la planta de tratamiento.
Existen dos sistemas para la recogida neumática: el estático y el móvil. El primero funciona las 24 horas del día y envía la basura directamente a la planta de residuos. El segundo acumula la basura en contenedores herméticos, que se vacían en un camión.
Para realizar una de estas instalaciones en un edificio es necesario el permiso municipal. Hoy por hoy, desde los ayuntamientos, se está dando prioridad a las instalaciones en los cascos antiguos de las ciudades, donde las calles estrechas dificultan la recogida tradicional.
Vía | Recogida neumática de residuos Genciencia | Desarrollan un generador portátil que convierte la basura en electricidad