Pudiera parecer que todos nosotros estamos más habituados a lanzarnos masivamente a nuevas tecnologías, habituándonos a ellas y dejando que entren en nuestras vidas. Sin embargo, un análisis retrospectivo revela que eso es falso: si medimos cuánto tiempo tarda una tecnología, desde la idea original hasta que se adopta masivamente, descubrimos un patrón bastante estable.
La llamada Regla 10 y 10: una década para construir la plataforma nueva, y otra década para que llegue al público general.
Por ejemplo, la televisión de alta definición tardó tanto tiempo en cristalizar socialmente como lo hizo en su día la televisión en color frente al blanco y negro, cuarenta años antes.
El divulgador Steven Johnson propone diversos ejemplos que se ajustan a esta regla en su reciente libro Las buenas ideas:
La tecnología estándar de la radio de amplitud modulada (lo que ahora llamamos AM) se desarrolló en la primera década del siglo. La primera emisora comercial de radio AM empezó a emitir en 1920; pero los aparatos de radio no conquistaron los hogares estadounidenses hasta finales de esa década. Sony empezó a investigar el primer videocasete dirigido a consumidores en 1969, pero las cajas con los primeros Betamax no salieron de la fábrica hasta siete años después, y el aparato de vídeo no llegó a convertirse en algo que había que tener hasta mediados de la década de 1980. El reproductor de DVD, por su parte, no reemplazó estadísticamente al vídeo hasta el año 2006, cuando ya llevaba nueve en el mercado. Los teléfonos móviles, los ordenadores personales, los GPS..., todos les llevó más o menos el mismo tiempo pasar de innovación a aparato de uso masivo.
Con todo, esta regla está dinamitándose gracias a Internet y a la velocidad que este sistema permite que las ideas circulen. Por ejemplo, fijémonos en la invención de Youtube. Un invento significativamente más innovador que la televisión de alta definición, pues permite hacer muchas más cosas, como publicar, compartir, puntuar, visionar vídeos, etc. La televisión en alta definición, en esencia, solo permitía una cosa nueva: ver más píxeles. Y, a pesar de ello, de todas las capas de innovación que Youtube se saltó de golpe, pasó al éxito de masas en menos de 2 años.
Hubo algo en el entorno de internet que les permitió a Hurley, Chen y Karin poner en circulación por el mundo una buena idea con una velocidad impactante; la regla de los 10 y 10 se había convertido en la regla del 1 y 1.
Si queréis comprobar si la Regla 10 y 10 se ha mantenido en la innovación tecnológica hasta hace poco, no debéis perderos la serie de documentales que estos días está emitiendo el Canal Odisea, en la que se introducen en las compañías de ingeniería y diseño más avanzadas del mundo, como Astrium, una empresa en la que trabajan más de 15.000 ingenieros las 24 horas del día desarrollando componentes de precisión para satélites (gracias a ellos disfrutamos del ADSL, la televisión de Alta Definición o las comunicaciones de telefonía móvil). La serie se titula La tecnología que nos rodea (How to Build) y está producida por la BBC. El primer capítulo está centrado en Satélites, el segundo en automóviles y el tercero en aviones.
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