La consultora Gartner asegura que la industria de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) genera el 2% de las emisiones globales de CO2, una cifra que se podría equiparar al impacto ambiental de la aviación.
Según Jonathan Koomey, profesor de la Universidad de Stanford y científico del laboratorio America's Lauwrence Berkeley, la energía consumida en el funcionamiento de millones de servidores en el mundo, junto a la energía utilizada para refrigerarlos, absorbieron en 2005 la potencia generada por 14 plantas eléctricas de 1.000 megavatios.
La factura de la energía requerida por los servidores activos en el mundo ascendió ese año a 7.300 millones de dólares.
Algunas medidas que se proponen, desde la consultora, para reducir este consumo de energía son las siguientes,
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desarrollo de impresoras y servidores de bajo consumo
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apagón de los equipos en las horas que no son de trabajo
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alargamiento de la vida útil de los equipos
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ampliación de las actuales regulaciones de residuos
Algunas empresas han comenzado a aplicar políticas ecorresponsables. Sun Microsystems, por ejemplo, lanzó en 2005 el procesador UltraSparc T1, capaz de aumentar la potencia de computación de un centro de datos, reduciendo enormemente sus necesidades de consumo energético.
La presión de asociaciones ecologistas y la mayor concienciación de empresas y particulares, que reclaman productos sostenibles, ha llevado a muchas compañías a poner en marcha iniciativas "verdes".
Greenpeace ha reconocido que la industria de las TIC está dando pasos hacia adelante, particularmente en el último año. Las compañías han dejado a un lado las declaraciones de intenciones grandilocuentes para empezar a actuar.
Vía | Fundación Entorno
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