En el contexto de una niebla tan densa que la visión humana podía penetrar solo 36 centímetros, un nuevo sistema que podría formar parte del aparato sensorial de los futuros coches autónomos fue capaz de resolver imágenes de objetos y medir su profundidad en un rango de 57 centímetros.
Si bien 57 centímetros es una distancia muy corta, lo cierto es que el experimento se realizó con una densidad muy alta de niebla producida en laboratorio, más de lo que podría encontrarse en un entorno natural.
Visión entre la niebla
A pesar de que hace poco saltaba la noticia del primer accidente mortal provocado por un coche autónomo, las limitaciones de los seres humanos a la hora de conducir son tan profundas (sobre todo si hablamos por teléfono) que necesitamos que se siga investigando en este campo. Y es lo que hace este nuevo avance del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts).
El nuevo sistema utiliza una cámara de 'tiempo de vuelo', que dispara ráfagas ultracortas de luz láser en una escena y mide el tiempo que tardan sus reflexiones en regresar, tal y como explica Guy Satat, un estudiante graduado en el MIT Media Lab, quien dirigió la investigación:
Decidí asumir el desafío de desarrollar un sistema que pueda ver a través de la niebla real. Estamos lidiando con niebla realista, que es densa, dinámica y heterogénea. Se mueve y cambia constantemente, con zonas de niebla más densa o densas. Otros métodos no están diseñados para hacer frente a estos escenarios realistas.
En climas nublados, la mayoría de la luz que llega al sensor de la cámara se habrá reflejado en gotas de agua suspendidas en el aire, no en los objetos que deben evitarse, pero el sistema del MIT evita este problema mediante el uso de estadísticas: sin importar lo espesa que sea la niebla, los tiempos de llegada de la luz reflejada se adhieren a un patrón estadístico conocido como distribución gamma. El sistema calcula una distribución gamma diferente para cada uno de los 1.024 píxeles en el sensor.
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