El satélite europeo MetOp-A es el dispositivo espacial más avanzado para conocer el estado de la atmósfera, y vigilar el ozono y los gases de efecto invernadero. MetOp-A, que fue lanzado al espacio el pasado 19 de octubre de 2006 pero que hasta el mes de mayo no estuvo operando al 100%, se encuentra a una altura de 800 kilómetros sobre la superficie terrestre y cada 101 minutos sobrevuela uno de los polos de la Tierra.
Los principales expertos de la Organización Europea de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT) alaban sus innovaciones tecnológicas, que mejorarán las previsiones meteorológicas y ambientales, mientras que desde la Agencia Nacional Atmosférica y Oceánica de EEUU (NOAA), lo consideran el avance más importante desde hace 30 años.
El MetOp-A ofrece datos muy precisos, día y noche, cada día del año. Esto permite que los servicios meteorológicos puedan hacer previsiones fiables desde algunas horas hasta 10 días. Además también permite obtener imágenes de alta resolución, que ayudan a reconocer los daños, seguir la evolución y organizar las ayudas en grandes catástrofes como terremotos, tsunamis, inundaciones o incendios forestales.
Se trata también de una herramienta clave para la lucha contra el cambio climático, ya que el satélite muestrea varios de los gases causantes de este proceso, como son el dióxido de carbono, el óxido nitroso o el metano.
El MetOp-A, cuyos datos se complementan con los de otros satélites meteorológicos puestos en órbita por EEUU, China, Rusia y Japón, es el primero de una serie de tres satélites que se irán sustituyendo según acabe su vida útil, estimada en cinco años.
Vía | El Mundo En Genciencia | Teledetección: la técnica de la observación remota