Más tarde, próxima la Segunda Guerra Mundial, Wells empezó a pronosticar que el incremento paulatino de conocimiento debería ser gestionado por un artefacto que pudiera instilar el conocimiento en la población en general. Todas estas ideas pronunciadas en conferencias y artículos para revistas las aglutinó en su novela Worid Brain.
Allí Wells bautizaba a ese gestor de conocimiento como Enciclopedia Mundial Permanente. Una obra que constaría de unos 40 volúmenes de grandes proporciones que se irían actualizando constantemente. Es decir, que Wells estaba hablando de la Wikipedia en su estado más larvario.
La gran enciclopedia serviría como “cerebro mundial”, que permitiría registrar la información y distribuirla rápidamente por todo el mundo. (…) Para Wells, la gigantesca enciclopedia sería una poderosa fuerza para unificar las naciones y acelerar la llegada de un mundo libre de guerras.
Esta enciclopedia estaría escrita en el idioma mayoritario del mundo, el inglés, y a su vez estaría conectada a todas las bibliotecas del mundo, donde la información se almacenaría en microfilms.
Wells anticipó Internet y la Wikipedia, sin embargo no hizo lo propio con los ordenadores, como pone en evidencia en este fragmento escrito por él:
Parece posible que en un futuro cercano tengamos bibliotecas microscópicas en las que se podrá guardar una fotografía de cada libro y documento importante del mundo, que estaría disponible para que la consulten los estudiantes. (...) Los proyectores baratos no ofrecen dificultades. La importancia que esto tiene para la forma material de una Enciclopedia Mundial es obvia. (...) Está cerca la hora en que cualquier estudiante, en cualquier parte del mundo, podrá sentarse con su proyector en su propio estudio para examinar a voluntad cualquier libro, cualquier documento, en una reproducción exacta.
Sin embargo, sólo que cambiemos la palabra “proyector” por “ordenador”, entonces la visión de Wells resulta sorprendentemente precisa. Sobre todo si echamos un vistazo a otro fragmento en el que parece estar hablando de Internet:
Esta organización enciclopédica no tendría por qué estar concentrada en un solo lugar; podría tener la forma de una red. Estaría centralizada mentalmente, pero tal vez no físicamente. (...) Sus archivos y sus salas de conferencias serían el núcleo de su existencia, la Enciclopedia imprescindible. Representaría el principio material de un auténtico Cerebro Mundial.
Se extraería una serie de libros de texto y enciclopedias de consulta más pequeñas y diccionarios enciclopédicos para uso individual y casual. Ésta es, en términos sencillos, la esencia de lo que les propongo. Una organización de dos caras: por un lado, un compendio y una conferencia perpetuos, y por otro un sistema de publicación y distribución. Sena una cámara de compensación para universidades y centros de investigación; desempeñaría la función de una corteza cerebral para estos ganglios imprescindibles. Por una parte, esta organización estaría en contacto directo con todo el pensamiento original y la investigación del mundo; por otra, extendería sus tentáculos informativos hasta todos los individuos inteligentes de la comunidad: la nueva comunidad mundial.
Vía | ¿Tenían ombligo Adán y Eva? de Martin Gardner
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