¿Qué puede hacer el Internet de las Cosas para cambiar el mundo?

¿Qué puede hacer el Internet de las Cosas para cambiar el mundo?
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El hecho de que todos nosotros lleváramos un smartphone en el bolsillo provisto de geolocalización, conexión a Internet, acelerómetro y otros dispositivos parecía un hecho anecdótico hace apenas diez años. Ahora estamos descubriendo el potencial de algo así gracias a iniciativas como SeeClickFix o CitySourced. Podéis leer más sobre todo ello en Lo que la gente es capaz de hacer colaborando entre sí o Usando Twitter para prevenir el SIDA.

Un nuevo salto cuántico podría producirse en breve gracias al Internet de las Cosas. El concepto de Internet de las Cosas fue propuesto por Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT en 1999. En pocas palabras, que muchos de los objetos que nos rodean, desde un taza de café hasta un paquete de hilo dental, tengan algunas características de un smartphone gracias a unos dispositivos pequeños y baratos.

Según ABI Research, más de 30 mil millones de dispositivos se conectarán de forma inalámbrica a la Internet de las Cosas para el año 2020. Ya son muchas las empresas que están desarrollándose en este campo, como General Electric (Internet industrial), Cisco (Internet de todo) o IBM (Smarter Planet). A continuación, algunos de los cambios que vamos a presenciar gracias a esta nueva tecnología:

Un vistazo a…
Internet (1997 - 2021): su crecimiento en conexiones

1. El Internet of Things European Research Cluster

Creado por la Comisión Europea, es un organismo que facilitará la transición hacia una nueva era caracterizada por la “informática ubicua”

Conectado todo con todo: no solo se conectarán los objetos entre sí, o las personas con los objetos, sino qu también se conectarán máquinas, recursos naturales, cadenas de producción, redes de logística… prácticamente cualquier aspecto de la vida social y económica. ¿Y qué haremos como semejante cantidad de datos? Así lo explica Jeremy Rifkin en su libro La sociedad del coste marginal cero:

serán procesados mediante análisis avanzados y transformados por algoritmos predictivos que se programarán en sistemas automatizados para mejor la eficiencia termodinámica, aumentar drásticamente la productividad y reducir casi a cero el coste marginal de producir y distribuir toda una gama de bienes y servicios por toda la economía.

Un ejemplo anecdótico: la empresa de reparto UPS ya usa el Big Data para monitorizar la flota de 60.000 vehículos de Estados Unidos gracias a la instalación de sensores que detectan el posible fallo o desgaste de las piezas, a fin de sustituirlas antes de que se produzca una costosa avería en ruta

2. Electricidad

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Los sensores también comunicarán en tiempo real los cambios del consumo de electricidad en empresas y hogares y su impacto en el precio:

Los consumidores que programa sus aparatos para que reduzcan el consumo o para que se apaguen durante los períodos de consumo máximo con el fin de evitar los picos del precio de la electricidad o para evitar apagones en la red, reciben un abono en la siguiente factura eléctrica.

Pero no sólo se podrá optimizar el consumo de electricidad, sino de cualquier otro recursos. Por ejemplo, el agua: en Dubuqe, Iowa, se ha instalado ya un programa piloto para la instalación de contadores digitales de agua en los hogares que registran las pautas de consumo y permite informa de posibles fugas o recomendar medidas para reducir el consumo.

3. Marketing

Los estudios de marketing son ciertamente limitados. No sabemos por qué la gente compra lo que compra, no suele haber una relación directa entre la inversión en publicidad y el retorno en ventas. La publicidad, de hecho, parece más descriptiva que prescriptiva. Ni siquiera podemos preguntar a la gente porque la gente miente o se autoengaña. Un ejemplo: muchos admiten haber leído determinados ensayos, pero gracias a Nook, el lector de e-books de Barnes & Noble pudimos saber que, si bien la gente compraba esos ensayos, apenas leía un 30 % de ellos… el resto le aburrían. Ahora, en consecuencia, se ha creado una colección de ensayos más escuetos.

Los comercios minoritas, gracias a sensores, sabrán exactamente qué artículos se miran, se tocan, se devuelven al estante o se compran, a fin de evaluar la conducta de los consumidores.

Otros sensores siguen el paradero de productos enviados a minoristas y consumidores y registran la cantidad de desperdicios que se reciclan y se procesan para ser reutilizados. Estos grandes datos se analizan sin cesar para calibrar las cadenas de suministro y los procesos de producción y distribución, y para iniciar prácticas comerciales nuevas con el fin de aumentar las eficiencias termodinámicas y la productividad en toda la cadena de valor.

4. Ciudades inteligentes

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Smart City Nansha, en Guangzhou, China.

Conocer en directo el estado de salud de las infraestructuras: se medirán vibraciones y estado de puentes, edificios, vías de comunicación, etc. Medición de la contaminación ambiental, acústica y lumínica. Medición de las congestiones de tráfico y densidad peatonal.

Senrores colocados en los bordillos de las aceras indican a los conductores la disponibilidad de plazas de aparcamiento. Las carreteras y autovías “inteligentes” mantienen informados a los conductores sobre accidentes y retrasos. Las compañías aseguradoras están empezando a experimentar con sensores en los vehículos para obtener datos sobre las horas del día en que se utilizan, los lugares donde se encuentran y las distancias recorridas en un período dado de tiempo con el fin de predecir riesgos y determinar las primas.

5. Ecosistema

Control absoluto del medioambiente. En Río de Janeiro, IBM ya está instalando sensores en el aire y en el suelo para predecir lluvias torrenciales y corrimientos de tierra con dos días de antelación. Control de rutas migratorias de los animales. Sensores en ríos y lagos para monitorizar la calidad del agua.

6. Red neural mundial

Todos estos datos, junto a otros relativos a la producción y distribución de alimentos (agricultura, ganadería, cajas de frutas que se “olfatean” para saber su estado y redirigirlas a vendedores más próximos si están a punto de deteriorarse); o a la medicina (monitorización en tiempo real de ritmo cardíaco, temperatura corporal, coloración de la piel, e incluso detección de expresiones faciales que denoten señales de dolor agudo), se deberán poner a disposición de todos de forma abierta, distribuida y colaborativa.

Diversas empresas, como IBM, Siemens, General Electric o Cisco ya están contribuyendo para ello para crear lo que empieza a llamarse “red neural mundial”:

Es una red diseñada para que sea abierta, distribuida y colaborativa, de modo que cualquier persona, en cualquier momento y lugar, tenga la oportunidad de acceder a ella y usar sus datos para crear aplicaciones nuevas con las que administrar su vida diaria con un coste marginal casi nulo.

Imágenes | Wilgengebroed on Flickr | U.S. Air Force photo by Edward Aspera Jr

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