El sentimiento de lo sublime, una cascada de emociones asociadas con la experiencia estética, aflora cuando estamos delante del Gran Cañón del Colorado y nos sentimos insignificante. O nos tumbamos bajo un manto negro de estrellas y nos sentimos infinitos. También nos ocurre lo mismo cuando estamos delante de determinadas obras de arte.
Un nuevo estudio, el primero de su clase, sugiere que estas emociones pueden aflorar igualmente si nos sumergimos en un entorno de realidad virtual.
Lo sublime en 360 grados
Según publican Alice Chirico, de la Università Cattolica del Sacro Cuore di Milano, Italia, y sus colegas, en la revista de acceso abierto PLOS ONE, en el estudio se midieron las respuestas emocionales de 50 participantes del antes y después de ver videos inmersivos en 360° de La noche estrellada de Vincent Van Gogh y de Saint-Rémy-de-Provence, el lugar natural representado en la pintura.
Según concluyen los autores:
Al utilizar la realidad virtual, proporcionamos la primera contribución empírica al debate permanente sobre si la naturaleza o el arte es mejor para evocar la experiencia de lo sublime. Descubrimos que tanto la naturaleza como el arte son inductores efectivos, aunque exhiben diferentes matices.
El análisis estadístico de las respuestas de los participantes mostró que ambos videos de realidad virtual indujeron lo sublime con similar intensidad. Sin embargo, había algunas diferencias.
Por ejemplo, el video basado en la naturaleza evoca una mayor sensación de inmensidad y una mayor percepción del peligro existencial.
Además, si bien los videos provocaron emociones similares, el video basado en la naturaleza evocó sentimientos de miedo y afecto positivo que fueron de una intensidad significativamente mayor que los provocados por el video basado en el arte. Los participantes también informaron una mayor sensación de estar presentes en el video basado en la naturaleza que en el basado en arte.
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