Algunos pacientes, en las primeras fases de Alzheimer o demencia senil, se olvidan de comer. Para evitar que tales pacientes dependan exclusivamente de otras personas para comer existen algunos proyectos interesantes.
Uno es particularmente original porque es solo un difusor que libera el aroma del desayuno por la mañana, el de la comida y el de la cena.
Recuerdo olfativo
Ode es el nombre de este difusor de aromas de comida. Tras su uso (lleva ya unos años comerciándose), el peso de la mitad de los participantes en un estudio sobre su eficacia o bien se estabilizó o bien aumentó.
Tanto es así, que la Small Business Cup designó a Ode como la idea empresarial británica más innovadora del año 2013. Charles Spence, uno de sus creadores, explica los problemas que tuvo que afrontar para su desarrollo en el libro Gastrofísica:
En este caso, una de las dificultades a las que se enfrentó este astrofísico fue la de decidir qué aromas usar, porque aunque el aroma del beicon chisporroteante podía ser indicativo del desayuno para algunos, obviamente no es una opción para fieles de determinadas religiones. Es más, lo que comemos va evolucionando a medida que pasan las décadas.
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