Hasta ahora, las sondas que se han lanzado con destino Venus ya hace varios años, sólo han podido transmitir a la Tierra datos sobre algunas de las particularidades de este planeta durante un par de horas, las elevadas temperaturas del planeta terminaban por hacer mella en los componentes electrónicos derritiéndolos. Pero un nuevo sistema de refrigeración puede cambiar esta situación permitiendo que una sonda pueda desentrañar algunos de los secretos que encierra este planeta.
Un grupo de científicos pertenecientes a la NASA acaban de dar a conocer el diseño de una tecnología de refrigeración que permitiría a una nave robótica trabajar recopilando y enviando datos a la Tierra durante varias semanas, las temperaturas de 450 grados centígrados ya no serían un inconveniente. El nuevo sistema de refrigeración consta de un sistema aislante basado en elementos cerámicos con el que se recubrirían los componentes electrónicos, a su vez, una esfera metálica envolvería estos componentes.
El calor del interior de esta esfera sería extraído a través de un enfriador Stirling, un sistema que funciona comprimiendo y expandiendo un gas con un pistón. Al expandirse el gas, se enfría y absorbe el calor generado dentro de la esfera, el siguiente paso sería la compresión, la temperatura del gas aumenta y el calor es disipado a través de la atmósfera por una especie de radiador.
Los avances de hace más de un siglo pueden solucionar el problema, los refrigeradores Stirling se inventaron hace casi dos siglos y son utilizados actualmente en determinadas tareas, como la perforación en rocas. Los investigadores creen que el sistema es perfectamente viable, aunque el proyecto se encuentra cargado de múltiples problemas, por esta razón todavía pueden pasar algunos años antes de que finalmente se pueda colocar un robot en la superficie de Venus.
Vía | El Universal Más información | NASA Más información | Wikipedia Más información | Wikipedia (anexo)
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