Bajo los efectos de la contaminación etílica, nos volvemos más torpes. Conscientes de esas limitaciones psicomotrices, un arquitecto estadounidense ha presentado el invento Sensis condoms, un preservativo que ayuda a los borrachos en caso de ‘emergencia’, un modelo que se distingue del tradicional en el uso de dos tiras de plástico que sirven para bajar la goma.
Señala Beau Thompson, el creador de Sensis condoms, de su propia experiencia en una noche de borrachera, al intentar ponerse un condón:
Quise ponerme el preservativo pero no veía nada. Traté de abrir un poco la ventana para aprovechar la luz de la calle pero no se veía bien. No sé si era por el alcohol que tomé o por la falta de luz. Fue entonces cuando empecé a darle vueltas a la idea.
A Thompson le gusta hacer demostraciones en bares para conocer de primera mano la reacción de la gente. Para ello lleva consigo un tubo opaco de madera azul que utiliza para hacer la demostración.
Vía | EFE / Periodista Digital
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