Gracias a internet ha nacido una nueva clase de entidad crediticia dedicada a los préstamos entre iguales o préstamos sociales, como Zopa, Lending Club y Prosper, que prestan dinero directamente a personas y proyectos, eliminando intermediarios y los elevados costes fijos de las grandes instituciones financieras.
Banco peer to peer
La financiación basada en internet reduce el coste marginal de prestar dinero casi a cero y ello se traduce en cuotas o intereses más bajo. Zopa, por ejemplo, ha presentado millones de libras esterlinas en Reino Unido. Como abunda en ello Jeremy Rifkin en su libro La sociedad del coste marginal cero:
Al final de 2012 las entidades crediticias sociales habían gestionado 1.800 millones de dólares en préstamos y los grandes bancos se vieron obligados a fijarse en ellas.
Gracias a todo ello se están llevando a cabo obras de todo tipo, algunas de las cuales nunca hubieran podido nacer por los cauces tradicionales, desde tecnología a obras de arte, pasando por mejoras urbanas y micromecenazgo.
Éste último fenómeno lo representan plataformas como Kickstarter, que nació en abril de 2009 y es la empresa de micromecenazgo más importante del mundo.
En sus diversas encarnaciones, la economía basada en compartir es una entidad híbrida que en parte es economía de mercado y en parte economía social. La economía de mercado está regulada por leyes y se rige por reglas inherentes al sistema capitalista, pero la economía social, al ser un procomún, se regula de otra manera: parte de su supervisión y regulación corre a cargo del Estado, pero el resto se rige por normas de autogobierno que millones de personas aceptan voluntariamente para participar en el procomún.
Imagen | kevin dooley