El primer cable entre dos tierras separadas por agua fue tendido por el hombre de negocios Jacob Brett, en 1852. Estaba bajo el Canal de la Mancha y unía Reino Unido y Francia, e iba destinado al servido telegráfico. Estaba formado por hilos de cobre recubiertos de un material aislante denominado gutapercha. Desde entonces, no hemos dejado de tender cables submarinos. El primer enlace transoceánico con fibras óptica se llamó TAT-8. Comenzó a operar en 1988 con una capacidad de 40.000 circuitos telefónicos entre Estados Unidos, Inglaterra y Francia.
Hasta el punto de que el 80 % de las comunicaciones mundiales de teléfono, fax y datos tienen lugar a través de esta inmensa red de cables submarinos. Además, también se tienden cables submarinos destinados al transporte de energía eléctrica.
Tal y como explica Andrew Blum en su libro Tubos, cada vez que buscamos algo en Google, miramos un vídeo de gatitos en Youtube o chateamos con un amigo de otro continente, la información fluye casi instantáneamente por esos tubos que cruzan todo el planeta. Para temer una imagen global y sintética de todo ello, nace Internet Tube, los cables submarinos de fibra óptica del mundo en forma de mapa del metro.
Tenéis la imagen a mayor resolución aquí.
Vía | Microsiervos.