Robert McHenry, un antiguo editor de la Enciclopedia Británica, comparó Wikipedia con un baño público. El autor de The Cult of the Amateur (El culto del amateur), Andrew Keen, comparó a los bloggers con monos. La crítica de los neoluditas perfectamente informados, como Robert Levine, es todavía más sangrante.
Si Wikiepdia ha recibido varapalos por su rigurosidad, y en general cualquier creación 2.0 realizada por personas no profesionales, copiar los deberes de clase usando fuentes como Wikipedia ya es anatema.
Umberto Eco, por ejemplo, publicó un artículo en el que denunciaba que los estudiantes acceden a Wikipedia y copian sus contenidos para elaborar sus trabajos sin verificar la validez de la fuente.
Cabe preguntarse si ese defecto no existía antes, cuando los estudiantes hacían exactamente lo mismo con la Enciclopedia Británica, y que es sencillamente la rapidez en la copia (del bolígrafo se ha pasado al "control V") lo que ha desvelado cuán ineficaz era la tarea de evaluar o procurar conocimiento en un estudiante a través de la elaboración de trabajos de investigación.
Hasta hace muy poco, en los institutos franceses se acompañaba a los alumnos, con gran pompa y boato, para que pudieran consultar el volumen de la Enciclopedia de d´Alembert, que se conservaba a buen recaudo en la biblioteca, a fin de que admirasen las láminas dedicadas a la anatomía o la mecánica.
Naturalmente, Wikipedia no es la última palabra. Es una buena fuente de información primaria, pero no nos debemos quedar ahí (como tampoco deberíamos quedarnos en la Enciclopedia Británica). Wikipedia es información, y la información no es conocimiento, y el conocimiento no es sabiduría. Pero es mucho más de lo que teníamos antes. Además, nos demuestra que juntos, colaborando entre nosotros, somos capaces de alcanzar objetivos que exceden los mayores logros de las personas individuales.
Imagen | throwthedamnthing
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