“El hombre es un lobo para el hombre.” “El hombre es bueno por naturaleza, la sociedad es quien lo corrompe”. Ambas sentencias, en cierto punto antitéticas, fueron respectivamente formuladas por Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau. Sin embargo, tanto si vuestra opinión a propósito de la naturaleza humana se inclina hacia lo hobbesiano como hacia lo rousseauniano, la sociología moderna nos ha demostrado que la gente es buena y mala en función de las circunstancias.
Gran parte de la teoría de las ventanas rotas se ha edificado sobre los cimientos de esta idea: nuestra veleta moral gira y gira a merced del viento. De modo que si controlamos el viento, controlamos todo lo demás.
Eso es, en cierto modo, lo que están haciendo desde Rivas-Vaciamadrid: controlar el viento. Predisponer unas condiciones por las cuales la gente encuentre menos incentivos hobessianos a la hora de convivir con el prójimo.
Si la teoría de las ventanas rotas postula que un escenario de degradación, suciedad y ventanas rotas predispone a la gente a pensar que no hay control, que sus faltas no serán castigadas penal ni moralmente, un lugar donde tus deslices quedan a la vista de los demás (tal y como sucede ya en las redes sociales 2.0), será mucho más agradable para vivir. Ésa es la razón de que en Suiza sea difícil que te roben la bici si no la encadenas a una farola: la gente no ha recibido mejor educación, solo vive en un contexto donde nadie roba bicis y hacerlo llama mucho la atención.
Una smart city, en parte, es capaz de dejar a la vista y hacer que llame mucho la atención tu desliz. Y, en cualquier caso, te permite ser como Dios. Sobre todo si echamos un vistazo a las posibilidades que ofrece la Smart City de Rivas-Vaciamadrid.
Encender las luces o apagar la fuente a voluntad
Rivas-Vaciamadrid es un municipio español de Comunidad de Madrid, situado a 15 km de la Puerta del Sol de Madrid y a 21 km de Alcalá de Henares. Debido a su enorme crecimiento demográfico, en el 2004 se plantearon hacer una red de interconexión de banda ancha, habida cuenta de que las nuevas tecnologías iban ser básicas para gestionar dicho crecimiento. En aquel entonces no había opciones de conectividad suficiente, así que se optó por desplegar fibra óptica por todo el municipio.
Los servicios que fueron construyéndose a raíz de esa infraestructura son alucinantes, como podéis ver en el vídeo de presentación que nos hicieron, aquí abajo, haciendo especial hincapié en la red de cámaras. Y, además, todos los vecinos de Rivas tienen wifi gratis. Lo más alucinante, sin embargo, es la parte de la domótica, gracias a la cual se puede gestionar el consumo de energía de las diferentes instalaciones. En el vídeo podéis ver algunos ejemplos:
Gracias a las cámaras, en la que está involucrada la tecnología Bosch, la Policía Municipal puede controlar incidencias, ver el estado del tráfico o vigilar cualquier situación en tiempo real. La calidad de la imagen actual tiene tanta resolución que con un simple zoom se puede leer incluso las matrículas de los coches. Y, como podéis ver en el siguiente vídeo, es facilísimo apagar una fuente pública y volverla a encender.
Las demostraciones nos las ofrecieron en el ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid a cargo de Carlos Ventura, responsable de nuevas tecnologías, y toda la visita fue cortesía de la BoschExperience. Y, entre otras muchísimas cosas, descubrimos que si permaneces mucho rato quieto en el parking de bicis que queda anexo al ayuntamiento, puede sonar una alarma (dado que poca gente está haciendo algo bueno si se queda quieto mucho rato ahí).
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