Evidentemente el título del artículo no es del todo exacto: no somos 100% plástico, pero sí lo es una parte significativa de nuestro cuerpo, e impensable cuando estos maravillosos materiales se inventaron. En un estudio llevado a cabo por la administración norteamericana se han medido los niveles de bisfenol A (BPA), un componente de los plásticos policarbonatos. Los policarbonatos son plásticos presentes en el día a día, en botellas, botes y utensilios de cocina. Otros derivados del BPA ocupan el interior de latas de conservas, botes y latas de refrescos. Con el uso y el calor los policarbonatos pueden ir desprendiéndose de las "piezas" que los conforman: BPA. Y éstos pasan a la comida. Y de la comida... a nosotros.
Los autores del estudio tomaron muestras de 2500 personas entre los años 2003 y 2004, y han realizado un largo estudio hasta publicarlo en la actualidad. Es el primer estudio en medir un contaminante en una parte representativa de una población humana (en este caso la estadounidense). El 92% de los individuos de la muestra presentaban cantidades detectables de BPA. Es un dato muy relevante, ya que muestra una población expuesta realmente importante.
La otra cara de la moneda es la industria del plástico, que, como es lógico, intenta cubrirse las espaldas. Según ellos el estudio no ha medido el BPA, sino un subproducto de su degradación presente en la orina. Lo cual, según ellos, no es indicativo de que exista BPA en el interior del organismo.
El estudio conlleva unas interpretaciones de niveles máximos de BPA a los que un humano puede resistir sin presentar problemas y la cantidad que absorbemos. De nuevo aquí industria y científicos no se ponen de acuerdo. La industria asegura que hay un amplio margen de seguridad, y dan la cifra de que un ciudadano medio absorbe 50 nanogramos por kilo de peso corporal y día, mientras que los científicos autores del estudio sostienen que la cifra puede ser cientos o miles de veces mayor (hasta 100 microgramos/kg·día). Los intereses económicos subyacentes son muy importantes y la discusión se prevé ardua y compleja.
Vía | Science News Online
Más información | Exposures of the U.S. Population to bisphenol A and 4-tertiary-octylphenol