Hervimos agua, echamos un huevo, y voilà, éste sale duro. El proceso que hay detrás de este fenómeno es interesante, y se explica en el vídeo que encabeza esta entrada. Lo que también explica el vídeo es hasta qué punto se puede revertir el proceso, es decir, que el huevo deje de estar duro, sin cocer. El vídeo How to unboil an egg de Eleanor Nelsen tiene subtítulos en español.
En cualquier caso, si queréis cocer un huevo, siempre será más fácil hacerlo a poca altura. Cuanto mayor sea nuestra altura, más lento se hervirá un alimento. Y también el punto de ebullición será más bajo. Si el agua hierve a 100 grados en Nueva York, lo hará a 93 grados en México DF. Y es que, según la altitud, hay más o menos presión. Cuando aumenta la presión sobre un líquido, el punto de ebullición también aumenta. Al estar a una presión de 1 atmósfera, el agua hierve a 100 grados. Pero a una presión de 217 atmósferas, el punto de ebullición alcanza su valor máximo: 374 grados.
Vía | Microsiervos